Icono de la Virgen del silencio. Escrito en el Monasterio benedictino Mater Ecclesiae de la isla de San Giulio, lago de Orta, Italia.
SEÑORA DEL SILENCIO
Madre del Silencio y la Humildad.
Tú vives perdida y encontrada en el mar sin fondo del Misterio del Señor.
Eres disponibilidad y receptividad.
Eres fecundidad y plenitud.
Eres atención y solicitud por los hermanos.
Estás vestida de fortaleza.
En Ti resplandece la madurez humana y la elegancia espiritual.
Eres señora de Ti misma antes de ser señora nuestra.
No existe dispersión en Ti.
En un acto simple y total, tu alma, toda inmóvil,
está paralizada e identificada con el Señor.
Estás dentro de Dios y Dios dentro de Ti.
El Misterio Total te envuelve y te penetra,
te posee, ocupa e integra todo tu ser.
Parece que todo queda paralizado en Ti,
todo se identificó contigo:
el tiempo, el espacio, la palabra,
la música, el silencio, la mujer de Dios.
Todo quedó asumido en Ti, y divinizado.
Jamás se vio estampa humana de tanta dulzura
ni se volverá a ver en la tierra mujer tan
inefablemente evocadora.
Sin embargo, tu silencio no es ausencia sino presencia.
Estás abismada en el Señor, y al mismo tiempo,
atenta a los hermanos, como en Caná.
Nunca la comunicación es tan profunda como cuando no se dice nada,
y nunca el silencio es tan elocuente como cuando nada se comunica.
Haznos comprender que el silencio no es desinterés por los hermanos
sino fuente de energía e irradiación; no es repliegue sino despliegue,
y que, para derramarse, es necesario cargarse.
El mundo se ahoga en el mar de la dispersión,
y no es posible amar a los hermanos con un corazón disperso.
Haznos comprender que el apostolado, sin silencio, es alineación;
y que el silencio, sin el apostolado, es comodidad.
Envuélvenos en el manto de tu silencio,
y comunícanos la fortaleza de tu Fe,
la altura de tu Esperanza,
y la profundidad de tu Amor.
Quédate con los que quedan, y vente con los que nos vamos.
¡OH MADRE ADMIRABLE DEL SILENCIO!
No comments:
Post a Comment