(Para rezar cada mañana)
Mi Amado Padre.
Que tu voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo.
Se tu mi padre.
Que tu voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo.
Se tu mi padre.
Se siempre mi eterno Padre.
No abandones mi alma.
No, me pierdas de vista, Padre Mío,
Pues yo soy tu hijo al que tú has creado para agradarte,
para adorarte, para honrarte, empleando mis días
como tú me has dado licencia para vivirlo.
(Ofreced vuestro Fiat a través de María a Jesús, al Eterno Padre)
Día tras día, hijos míos, decid esto en vuestra mente.
Este será el modo por el qué dirán su FIAT a tu Padre.
Y yo vuestros Padre abriré mis brazos así (y El abrió sus brazos) y Yo,
cada día, os acogeré en mis brazos y os sostendré
y os meceré como vuestra Amada Madre
(Bienaventurada Madre) mece a cada niño en sus brazos.
Porque sí, vosotros sois mis hijos.
Recordad este FIAT de cada día mientras vivís.
Si hacéis esto desde el principio del día, os prometo,
hijos míos, os garantizo que os cubriré en mis brazos.
Os enviaré mis ángeles con San Miguel para protegerlos
y con todos los santos de vuestro bautismo y
de vuestras devociones para que estén con vosotros
durante el día para guiarlos y asistirlos.
Os prometo que sentiréis el poder de Mi gran AMOR
por vosotros que os enviaré día tras día.
Pero vosotros tenéis que ofrecerme-cada día-
desde que os levantáis por la mañana ese FIAT.
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